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Statement

Un discurso inacabado

¿Quién soy? ¿Quién he sido? ¿Quién quiero o no quiero ser? ¿Me conozco a mí mismo? Y si lo hago es porque me reconozco, y si lo hago es porque me acuerdo de lo que hecho. Cambio cada segundo, me transformo, sin embargo tengo la convicción de que soy la misma persona en todo momento. Todo esto lo hago desde la intimidad del silencio, de un diálogo conmigo mismo. Pertenezco a una familia, a un barrio, a una ciudad y a una cultura. Las miradas, los afectos y los desencuentros me ayudan a saber quién soy. Me llamo y me llaman por un nombre. Me he criado entre palabras. Algunas se diluyeron. Otras me acompañan. Un juego febril de temperamentos construyó mi cuerpo y mi forma de ser. Todo él expresa una parte de lo que soy como persona. Soy único e irrepetible. Aún más allá de lo que son las semejanzas físicas de la sangre y de lo que se espera que haga solo por el hecho de haber nacido persona. Me adapto como puedo al medio y me relaciono a base de encajar las aristas con la forma de ser de los otros. Estas formas de actuar conforman lo que yo soy. Miro mis manos, mis dedos y las huellas dactilares que garantizan la irrepetibilidad, inmutabilidad y perennidad desde el momento del nacimiento. Como Borges, me pregunto si pudiera comprender una sola flor sabría quién soy y qué es el mundo.

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